¿Es increíble o sólo me lo parece a mi?

El pasado viernes a las 7h de la mañana me monto en un autobús camino a Castro Urdiales, el primero de la mañana. Debía despegar de Sondika a las 9:15h, así que a las 8h llegaría a Castro y mi madre me llevaría para Bilbao, y para las 8:30h estaría en en aeropuerto (8:45h con tráfico). Un poco justo pero factible, he ido muchas veces a Castro y nunca ha tardado más de una hora el autobús.
Pues bien, a las 6:50h estoy en la estación de autobuses, desayuno, el bus sale a la hora y ya por Maliaño el señor sentado a mi vera me pregunta:
- ¿Este autobús a dónde va?.
- Pues señor, va hasta Castro y luego a Irún.
- ¡La leche, me he equivocado de autobús!

Pues ahí va el señor escopetado a por el conductor (otro inútil) a decirle que se ha equivocado, que cómo no se ha dado cuenta él al mirar el billete, que tiene que coger un autobús para Oviedo,...
Total, que el conductor con un par de narices, ¡se da la vuelta!. Otra vez para Santander..., eso sí, con una llamadita a la estación para que el autobús de Oviedo espere al señor.
Me pregunto si se pensará que la gente que coge un autobús a las 7 de la mañana no tiene ninguna prisa ni nada mejor que hacer; ¡la gente casi se lo come!.

En fin, llegamos veinte minutos tarde a Castro y la carretera hasta Bilbao estaba llena de incidentes, así que tardamos los 45 minutos que se tarda en el peor de los casos. Cuando llegué a Sondika acababan de cerrar el pasaje... ¡a comprar otro billete!.

Ahora toca reclamación a Alsa, dar mil vueltas y que no llegue a nada, pero vamos, no me parece normal llegar 20 minutos tarde en un trayecto de una hora, porque un pasajero y un conductor estúpidos decidan dar la vuelta al autobús.

De vuelta en la tierruca

Ya estoy de nuevo en Santander y que estoy deseando volver a Ibiza.... :(. Desde que he vuelto no me levanto del sillón salvo cuando me llaman a última hora para salir (gracias Diego, Vane y Bea por "obligarme" a salir un poco), he hecho muy mal la entrevista de trabajo, no hago más que comer y tengo todo patas arriba; con lo buena amita de casa que era yo allí y lo controladito que lo tenía todo... jajajaja.

El sábado pasado fue el cumpleaños de Igor, hicimos una cena en su casa con los compañeros de trabajo y luego fuimos a una fiesta de la movida de los 80 y 90, ¡fue muy divertido!, bailé como hacía mucho que no lo hacía. Os pongo unas fotos: